Fotografía


Te quedaste inmóvil; una leve sonrisa en ojos y labios para quien te mirara. Te quedaste inmóvil; solo pasa el tiempo por el papel de la fotografía que va quedando amarilla.
Mirándome pienso lo lejos que estaba de ti el hombre con su dolor sin y con tantas razones, los primeros cabellos que ibas a perder, las páginas que iban a dejar de ser tan blancas. Fragante edad que vuelves a mi con imprecisos vuelos, vuelos como todo vuelo.
Tus sudores eran los juegos; tus lágrimas la emoción de los juguetes. Tu pecado mayor, el egoísmo, hacía sonreír a los mayores.
Cuantos te ven dicen que ponías cara de inventor o filósofo. Algo salía de todo esto: escribías novelas y dibujabas películas en los recortados márgenes de los periódicos. Varias veces mes quemé los pelos con sustancias inflamables.
Dicen que en la vejez se vuelve a ser niño: esto no es verdad. 



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