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Oración para la bienandanza

Penosamente a trallazos agrios se va desdibujando la gozosa existencia, el vivir, asombrado por la realidad cotidiana, anónima. Se diluye mi esperanza exultante prendida a los días de luz y sombra, puros, tal cual son. Abriros ya, compuertas de la dulzura, del júbilo a nuestra talla. Este grito conmueve ya al último astro; el rayo lo ha asumido y es portavoz; el aura lo atrono en su pecho de ecos. Hoy quiero zanjar las sordas quemaduras del absurdo penar en un acto creador; palpar, fruir la realidad, recrearla. Presiento infinitas más faces a este tiempo obligado. Dinamito este hielo, envoltorio febril y alucinante. A trizas vuelco el torbellino terco con este acto incandescente. Salta ya, nuevo rostro de mi entorno, laberinto. Irrumpa la luz de la vida nueva, fruto álgido de viejas amarguras, luna nueva, primavera: es pan ganado con creces. El bosque se agota, el claroscuro se decanta... Alados los dedos sobre el confidente papel rezuma la esperanza y la fe en presente, acto.

Juegos

Una nueva Minerva. Te has ido ajustando al justo encanto de Numen. Graciosa deidad que morarás al Parnaso, al cuidado fugaz de las artes liberales. Hoy es tu cuerpo y tu ser armonía en los caprichos de tu carne temprana y la ingenuidad inconsciente: perfecto fruto intacto. Mira de arriba abajo y ser mis galerías sonoras! Ríe sin descanso y aniquila dolor en los huesos y cerebro de mis hermanos. Y siendo así, los valles te manden sus luces y su aliento los dioses; tu pie sobre el nimbo de música con frescura del nacer. Vinalesa, 11 Marzo 1974 Pàgina anterior   ||   Index   ||  Pàgina següent

La obsesión de los autorretratos

Por el camino de los años y el teatro adjunto, mi cerebro muda. En un equipaje que hoy me parece adulto y en un porvenir, cánon adolescente. ¿Qué será esta obsesión para fijar mi andamiaje con lo columbrado? Gozo y ruina. Eterno laberinto mi simple existencia. Existir es lo que soy, y ese soy lo allano y extiendo. El monte solitario o los mil místicos paisajes vivientes, hichan la intensa marea de gozo simple y fúlgido. Siempre baila en mi cabeza una estética vivificante o los senderos para cualquier singladura. ... ... ... Gozo de mi garganta con el agua fresca y pura que hila vidrieras; su plenitud en el río, en las huertas y con mi lengua, como plato fuerte. Bienvenida la nueva palabra que amplía la realidad y que permite que todo lo que se albergue en mi cerebro. La conversación o la alegría resuelve el problema. Plenitud en la carne del adolescente, sus músculos tensos en el baile violento para la victoria de la pelea. ... ... ... Caras me han costado estas c

De les dones

A los lobos del sexo A veces, ardientemente deseo la unión sexual, pero no perpetua: hay otros muchos goces también intensos y de distinta sonoridad. Pero ahora estos son nada, porque mi cuerpo pide sangre de carne: poder acariciar piernas y ascender larga y violentamente toda la extensión de la fiebre, y que con mí sea lo mismo. Muchacha de carne prieta, ojos, hombros, pechos inmensos, bellos; muchacha indomable en el juego... juego hasta volver a los dos ceniza. Muchacha, plenitud de este momento! 1973 invierno, diciembre Pàgina anterior   ||   Index   ||  Pàgina següent

Feliz

Que se ande feliz por el curvo camino hacia el derecho de ser feliz. Así es, y así lo dicen los sabios, moradores en el país en el que los mudos se les desata la lengua y los ojos andan. Procura la voz clara como la piel primera. Hazte tu entraña vivida de gozo con el matiz íntimo y perenne. Escarba con uñas un sentido de existencia con alegría por vivir. Hoy ya somos infinito y es difícil llenar este vaso, y no ha excusas para no ir llenándolo. Ni la harina ni el aceite se agotarán, hasta el día en el que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra. Haced de vuestra cojera el milagro de los cojos. Noviembre 1973 Pàgina anterior   ||   Index   ||  Pàgina següent

Balance

Esta ave ya no canta. Parecía como si coleccionara paisajes, gravando sus sonidos en los discos blancos del papel y en los tubos blancos del papel su pintura varia. Una andadura con mi persona a cuestas entre transparencia y alegría pura y fina que ganaban. Y de tomar este amplio sol, la piel y los huesos se tornaron morenos. Este rejuvenecimiento no lo contraindico para ninguna frente, para ningún caso. Naturaleza, que ampliamente me enseñó a amar y a vivir, y mis orejas en sombra endereza de alba primera. ¡Oh, luz, escalas, dibujos y mil acentos! Que sea el principio de un sistema que por hoy es lo que más interesa. Vigilia de Todos los Santos, 1973 Pàgina anterior   ||   Index   ||  Pàgina següent